Conozca la Plaza

El origen del nombre de la plaza es incierto: “popolo” derivaría del latín populus (chopo), así cuenta la leyenda que en la zona existía un pequeño bosque de chopos perteneciente a la tumba de Nerón, que estaba allí cerca.

This is an imageOtra hipótesis es que, a cargo del pueblo romano, se construyó una capilla sobre la que después surgiría la actual iglesia de Santa María del Popolo: del pueblo era la Virgen, del Pueblo se convertiría la plaza. Ideada ya en el siglo XVII como entrada monumental de la ciudad para los peregrinos que llegaban a través de la Via Flaminia desde el norte, la plaza debe su famosa colocación urbanístico-arquitectónica al arquitecto Giuseppe Valadier. Giuseppe Valadier, (que nació en Roma, en 1762, y murió también en esa misma ciudad, en 1839) fue arquitecto, orfebre y platero italiano, uno de los más importantes del periodo neoclásico. Hijo del orfebre Luigi Valadier, se dedicó a estudiar arquitectura a muy corta edad: así es, ganó, con solo trece años, el primer premio de segunda clase de arquitectura en el concurso Clementino de 1775. Valadier empezó a estudiar la plaza en 1793, realizándola definitivamente en el segundo decenio del siglo XIX. Las dos exedras decoradas con estatuas y fuentes que limitan los dos lados de la plaza, la colocación arquitectónica de la pendiente del Pincio, las construcciones simétricas a los lados de la “Porta del Popolo” y las cuatro tazas con los leones de mármol en la base del obelisco egipcio (el más antiguo, después del lateranense) son el resultado de sus proyectos. Antes del trabajo de Valadier, “Piazza del Popolo” era una modesta plaza de forma trapezoidal: la obra de renovación abarcó también la zona de las pendientes del Pincio, enlazando “Piazza del Popolo” y la colina con amplias rampas, adornadas con árboles y caminos, finalizadas en 1834. La terraza del Pincio se convirtió así en uno de los lugares para pasear más famosos de Roma, al que acudía el pueblo, la burguesía, la nobleza, el alto clero e incluso los propios pontífices.

La arquitectura de la Plaza

This is an imageLa plaza y su puerta son un excelente ejemplo de “estratificación” arquitectónica, un fenómeno habitual en la ciudad eterna, que se ha ido produciendo debido a las continuas alternancias de los pontífices que conllevaban modificaciones y reelaboraciones de las obras de construcción y de otra índole. A la plaza dan nada menos que tres iglesias. La más antigua es la basílica de Santa María del Popolo, al lado de la puerta. Se erigió en el siglo XI, y después fue reconstruida entre 1472 y 1477 y, por último, fue restaurada entre 1655 y 1660 por Gian Lorenzo Bernini, que le aportó un claro enfoque barroco visible aún hoy en día. Las iglesias gemelas, llamadas Santa María de Montesanto y Santa María de los Milagros, al inicio del llamado “Tridente” (Via del Babuino, Via Del Corso y Via Ripetta), se remontan al siglo XV y XVI y también éstas fueron completadas por Gian Lorenzo Bernini, que contó con la colaboración de Carlo Fontana. El gran Obelisco Flaminio, situado en el centro de la plaza, con una altura de 24 metros, fue construido en tiempos de los faraones Ramsés II y Merenptah (1232-1220 a.C.), y trasladado después a Roma bajo el imperio de Augusto, colocándose en un principio en el Circo Máximo. En 1823, Valadier colocó en las cuatro esquinas del obelisco un número igual de leones de mármol, de estilo egipcio (en armonía, por tanto, con el origen del propio obelisco), de cuyas fauces sale un chorro de agua que va a parar a una taza, colocada en una pequeña escalinata sobre la que se apoya el entero monumento.

Actualmente “Piazza del Popolo” es una amplia isla peatonal de unos 16000 m2,
donde tienen lugar importantes eventos públicos: su capacidad le permite albergar
hasta 65.000 personas.